3 puntos clave en el diseño de un escenario de simulación

Objetivos, zona de simulación y experiencia de los alumnos son puntos clave a la hora de realizar un diseño de un escenario de simulación.

Cuando empezamos en el mundo de la simulación clínica, pensamos que lo que necesitamos es tener un simulador de alta fidelidad o tecnología extremadamente cara y un laboratorio de simulación lleno de electromedicina, para poder realizar mejores simulaciones y que nuestros alumnos terminen contentos y preparados, pero en muchas ocasiones no es así, con lo cual todo dependerá de los objetivos que busquemos con nuestros alumnos.

Muchas veces se tiene la creencia que hacer simulación es poner a los alumnos ante un maniquí, presentarles un caso e ir improvisando, pero la simulación es muchísimo más. Yo comparo los escenarios de simulación clínica con una obra de teatro, en la que tienes que analizar y contemplar el mínimo detalle en el escenario y para ello, se requieren muchas horas previas de planificación, diseño y pilotaje. Por mi experiencia, un caso de simulación de 10-20 minutos con 20 minutos de pre-briefing y unos 60 de análisis o debriefing, requiere un trabajo previo de unas 24 horas.

En este pequeño artículo me gustaría reflejar que no siempre “más es mejor” y centrarme en los objetivos de la simulación, ya que son un punto clave en el diseño de esta. Lo primero que tenemos que preguntarnos es ¿qué objetivos buscamos con el escenario de simulación y cuales son los resultados esperados? Una forma de plantearlo es seguir la metodología SMART:

• Específico(Specific en inglés): ¿Qué vamos a hacer exactamente y para qué?
• Medible: ¿Es cuantificable y podemos medirlo?
• Alcanzable: ¿Podemos hacerlo en el tiempo propuesto con los recursos y el apoyo que tenemos disponible?
• Realistas: ¿Tendrá un efecto en el objetivo o resultado deseado?
• Temporizados: ¿Cuándo se logrará este objetivo?

Además de la metodología SMART, tenemos que definir si los objetivos que vamos a realizar serán objetivos técnico-asistenciales, es decir, técnicas, procedimientos, habilidades, etc u objetivos no técnicos como la comunicación, liderazgo, análisis, etc.

Otro de los puntos clave a la hora de realizar un diseño de un escenario de simulación es saber en qué zona de simulación vamos a trabajar. Seguramente hayáis oído hablar de las SimZones que propone Roussin en su artículo Simzones: an organizational innovation for simulation programs and centers (2017). Para los que no os suene, os hago un resumen muy rápido con ejemplos:

• Zona 0: Realidad virtual. Feedback automático en la práctica de destrezas y habilidades.
• Zona 1: Orientación clínica. Desarrollo de destrezas clínicas.
• Zona 2: Escenario en el que el paciente se va deteriorando.
• Zona 3: Desarrollo de equipo. Factores humanos y desarrollo de sistemas.

¿Por qué es importante saber en que SimZone vamos a trabajar? Porque en función de la zona, los requerimientos técnicos, humanos y materiales van a variar y por lo tanto, necesitaré simuladores con mayor o menor fiabilidad o tecnología. Por ejemplo, si quiero enseñar la destreza de las compresiones torácicas durante una reanimación cardiopulmonar, entrenare en zona 1 con un torso de RCPcon sistema de retroalimentación, en el que el instructor sólo se encargará de dar feedback al alumno, pero si quiero entrenar puntos del CRM (Crisis Resource Management), necesitaré desarrollar un escenario de simulación inmersivo, es decir, que el alumno no tenga que imaginar que realiza una acción, sino que tiene que hacerla con el material apropiado. Recordad que a los adultos nos cuesta mucho imaginar, por lo que tener que imaginar mucho posiblemente sea una barrera para los participantes y les cueste entrar en la simulación.

Es imprescindible que tengamos siempre en mente el concepto de fidelidad durante el diseño de un escenario de simulación. La fidelidad es el eje de la simulación clínica: esta puede ser técnica(simulador, entorno, moulage), emocional(interacción) y conceptual(escenario). En función de la zona de simulación en la que estemos trabajando, tendrá más importancia un eje u otro. Si trabajamos en zona 0 o 1, el eje técnico tendrá una gran importancia, si trabajamos en zona 2, el eje conceptual y si trabajamos en zona 3, el eje emocional.

En conclusión, si se puede realizar simulación low cost de calidad, todo irá en función de tus objetivos, la zona de simulación en la que vas a trabajar y la experiencia de los alumnos.

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