CHSE®: crecimiento, intercambio de conocimientos y estándares de calidad

La certificación CHSE® fue establecida por SSH en 2012 como un servicio para la comunidad de simulación médica. He aquí tres buenas razones para conseguirla según Fidel Esteves Pinto

La certificación Certified Healthcare Simulation Educator (CHSE®) fue introducida por la Society for Simulation in Healthcare en 2012. Hasta la fecha, se ha otorgado a más de 2000 facilitadores de simulación en 39 países.

Es posible obtener la certificación CHSE® mediante la validación de un dossier, en el que los participantes deben demostrar que cumplen varios requisitos (titulación, años de experiencia en el campo de la simulación, tipos de simulación utilizados, etc.), y superando un examen con preguntas de opción múltiple sobre 4 macro áreas de simulación, es decir, valores y habilidades profesionales; conocimientos/principios de asistencia sanitaria y simulación; principios educativos aplicados a la simulación; recursos y entornos de simulación.

¿Por qué obtener esta certificación? Las razones que me impulsaron a emprender este camino son esencialmente tres: el crecimiento profesional como facilitador, la posibilidad de formar parte de una red de profesionales en el ramo, y finalmente certificar un estándar de calidad en mi trabajo diario.

El crecimiento profesional juega un papel fundamental: entre la consolidación de competencias ya asimiladas con anterioridad y la adquisición de nuevas, el camino que conduce a la certificación estimula la búsqueda de evidencias científicas, protocolos y directrices en este sector. Creo que en todos los contextos es muy importante estar al día y ampliar nuestros conocimientos, haciéndolos siempre actuales y válidos, más aún en un área como la simulación. Esta, de hecho, está creciendo exponencialmente en varios aspectos, desde estructuras, equipos y tecnologías, hasta los principios pedagógicos de enseñanza y aprendizaje que hacen de la simulación una herramienta poderosa y crucial en la formación integral en salud, un medio del que ya no podemos prescindir.

La segunda razón fue poder unirse a una red de profesionales y partners de simulación interconectados, entre los cuales hay un intercambio constante de información. Una de las mejores formas de aprender y estar actualizado es poder compararte con otros profesionales del sector a través de webinars, cursos, material compartido, foros o blogs sobre nuevas tendencias, oportunidades y mejores prácticas. La certificación CHSE® lleva inevitablemente a formar parte de todo esto, por ejemplo a través de SimConnect, la comunidad online de SSH. De la misma manera, es fácil encontrar otros profesionales certificados, que suelen utilizar la “marca” CHSE® en las redes sociales (por ejemplo, LinkedIn), y ser confrontados inmediatamente con publicaciones, noticias y eventos en los que participan, y así tener la oportunidad de conversar, compartir y también aprender de realidades geográficamente distantes a la tuya, aunque tengan los mismos estándares de calidad. De hecho, estos -y si queremos incluir de manera más amplia los de másteres universitarios en simulación, acreditación de programas y centros de simulación – contribuyen al crecimiento del mundo de la simulación al demostrar criterios y modelos compartidos y reconocidos hacia los stakeholders, autoridades políticas y empresas formadoras, aportando ventajas también a nivel profesional.

Para preparar el examen, los conocimientos adquiridos gracias a los facilitadores ya formados del Centro de Simulación del Servicio de Ambulancias de Mendrisiotto donde trabajo y los cursos realizados en SIMNOVA en Novara (Estrategias de debriefing para la simulación y Train the trainer) jugaron un papel fundamental. Posteriormente, el gran trabajo fue investigar los temas a través de manuales sectoriales, libros y literatura basada en evidencia (por ejemplo, INACSL, material SSH, Diccionario de Simulación de Salud).

Sin duda, el camino que conduce a la certificación CHSE® requiere un gran esfuerzo y varias horas de estudio y preparación, todo realizado en inglés, pero la satisfacción de lograrlo y en consecuencia de formar parte de un grupo que contribuye a la evolución y a la expansión de la simulación con altos estándares de excelencia y calidad, es invaluable. ¡Y por eso valió la pena!

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